Estoy harto de medidas y criterios que homologan
Desprecio el tiempo que nos acosa y derriba.
Nos amarga la boca con problemas pasados
en los momentos breves de frágil gloria.
Contigo rompo las reglas, las rechazo con arrojo.
No hay canon de lo bello sin no lo palpan mis manos
piel con piel, desnuda, sin vergüenzas que las cubran.
No hay más hermosura
que la que ven mis ojos
cuando la esencia, al verlas, a la luz se suman.
¿Dónde? ¡No! Cuando…
En cualquier momento,
después de un día duro
que me digas: - Vente, abrázame, mañana será mejor, seguro-.
Jamás dejarán de ser tus ojos tan preciosos
ni tus besos sabrosos, Ni tu boca tan bonita
y esa peca maravillosa que tienes en la barbilla.
Tengo una diosa en mi
cama y yo soy un patán con pluma y tinta.
¡A ver quién es el locuaz matemático
que justifique tales proporciones desmedidas!
Hoy te prometo, como siempre, amarte cada día
para que mi cuerpo, al que le das vida, aguante.
Y si el tiempo envilece esta visión de la reina mia
cerraré mis ojos inútiles y con toda mi alma
te sentiría, te adoraría, y te abrazaría
para decirte cuando lo necesites: - no te preocupes,
Mañana aunque se acabe el mundo,
contigo será un buen día-.