lunes, 17 de agosto de 2009

EL DOLOR TAMBIÉN DUELE



En ocasiones
el dolor duele tanto
que el alma se te encoge
y pungida se esconde
Entre los huesos
que la guardan
pero no la protegen.
Y parece que no la tienes
y crees que te duele menos
si olvidas que te mientes.

También hay veces
que de dolerte demasiado,
sin saberlo, te ofendes
por no ser para tanto
peri así lo sientes
y ojalá pudieras evitarlo,
¡Ojalá!, ¡ojala pudiese!.
Y así descubres que el dolor
(por doler) también duele
(aunque no siempre…).

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